Cáncer

La gente de mi edad esta ahora de fiesta...

A decir verdad es lo que yo estaría haciendo también... pero uno no va por la vida esperando enfermarse, y menos de cáncer.

Y es que aunque tú no seas quien enferma, cuando una persona tiene cáncer es como si se infectaran también las personas que se encuentran alrededor. Es como ser radioactivo.

Todo el mundo te dicen que debes mantener el ánimo. Que todo estará bien y en cierto modo lo crees, lo esperas y deseas con todo tu corazón que tengan razón...

Te aferras a esa esperanza como jamás te aferraste a algo en tu vida. Y cuando las cosas se ponen feas, no puedes sentir otra cosa más que frustración.

En mi caso no creo mucho en Dios, solía hacerlo cuando era niña... pero incluso ahora, en esta situación, no le veo mucho el caso. De hecho puedo decir que ya estoy cansada de que cada persona que me cruzo me diga que confíe en Dios. 

Yo no siento absolutamente nada al rezar, sin embargo me gusta hacerlo, siento como si hablara conmigo misma más que con Dios. 

Me ayuda a aclarar mis ideas.

Últimamente, la mayoría del tiempo estoy funcionando de manera semiautomática. Es como si mi cuerpo estuviera respondiendo de forma totalmente reactiva a los estímulos exteriores. 

"Sí", "Hola", "Buenas tardes" "Ok"... y ya.

Igual pasa con las acciones... Hace unos días estaba manejando y hasta después de unas horas me hice consciente de lo que estaba haciendo.

Ningún significado, ningún pensamiento pasándome por la mente. La nada en su absoluta expresión.

Un vacío en dónde está el mundo girando a tu alrededor, mientras permaneces congelado en el tiempo. Te sientes como un fantasma. Un simple espectador. Porque por más que quisieras recuperar tu vida, no puedes y aunque tratas de estar bien, no puedes. 

El cuerpo de la persona que más amas está enfermo y te sientes impotente porque no puedes hacer nada para curarlo, y entonces el alma te duele y quieres dejar de vivir, pero no puedes terminar con ese dolor por tu cuenta. Porque el ser egoísta se convierte en un lujo que no puedes darte. 

Entonces no te queda de otra más que levantarte, subir tu ánimo, e intentas pensar que todo mejorara una y otra vez.

Vas a la cama con ese pensamiento:

"Quizás, algún día, dejemos de sufrir"

Es así es como se siente el cáncer…

Más o menos…